En 1510,
dieciocho años después de haber llegado a Cuba la expedición española dirigida
por el marino genovés Cristóbal Colón, comenzó la conquista y colonización de
nuestro país. Desde entonces han pasado ya más de quinientos años.
La
colonización de Cuba estuvo a cargo de Diego Velázquez, quien ya se había
asentado en Santo Domingo, fundando varias villas, entre ellas Salvatierra de
la Sabana, en la que residía. Este había
sido soldado de los tercios españoles en
las guerras en Italia y se destacó como “pacificador” de indios en Santo
Domingo. Tenía experiencia militar y fundaría las primeras siete villas
españolas en Cuba en los primeros años de su mandato de Gobernador, siendo la
primera Nuestra Señora de la Asunción, de Baracoa, nombre este último que daban
al lugar sus pobladores antes de la llegada de los españoles a las que le
siguieron San Salvador de Bayamo, la
Santísima Trinidad, Sancti Spiritus, San Cristóbal de La Habana, Santa María de
Puerto Príncipe y Santiago de Cuba.
Cuando
Velázquez fue enviado a la conquista y colonización de Cuba, ya se sabía que
esta era una isla y no parte continental como la creyó el Descubridor
inicialmente.
Viniendo
los conquistadores de Santo Domingo, era natural que comenzaran por la zona de
Cuba más cercana al lugar de procedencia, por lo que se considera que Velázquez
desembarcó en Cuba por Puerto Palmas, que se identifica como parte de la bahía
de Guantánamo. De allí siguió hacia el norte y llegó a Baracoa donde había una
numerosa población indígena, tierras fértiles y un puerto. Lo anterior, unido a
la cercanía a Santo Domingo, parece haber sido lo que motivó a Velázquez a
fundar allí la primera villa.